PROFESIONAL termómetros infrarrojos son herramientas esenciales en muchas industrias, proporcionando mediciones rápidas y sin contacto. Para obtener lecturas precisas y confiables, la calibración adecuada de estos dispositivos es crucial. Sin calibraciones regulares, los datos que proporcionan pueden ser engañosos, lo que podría causar problemas de seguridad o de control de calidad. Este artículo explica por qué la calibración es importante, los métodos utilizados para calibrar termómetros infrarrojos profesionales y las mejores prácticas para mantener su precisión en el tiempo.
Los termómetros infrarrojos miden la temperatura superficial detectando la radiación infrarroja emitida por los objetos. Con el tiempo, factores como la deriva del sensor, las condiciones ambientales y los daños físicos pueden hacer que las mediciones se desvíen de la temperatura real. La calibración asegura que la salida del termómetro coincida con un estándar de temperatura conocido, preservando la precisión de las mediciones.
Sin calibración, las mediciones de temperatura pueden volverse inconsistentes, lo que lleva a errores en la toma de decisiones. Para industrias como la seguridad alimentaria, los productos farmacéuticos y la fabricación, incluso pequeñas imprecisiones pueden resultar en deterioro de productos, riesgos de seguridad o incumplimiento de las normativas. La calibración periódica mantiene la confianza en los datos y apoya el control de calidad.
Una fuente de cuerpo negro es un objeto que emite radiación infrarroja con una temperatura conocida y una emisividad cercana a 1, sirviendo como referencia ideal. El termómetro infrarrojo se apunta hacia el cuerpo negro a una distancia fija y su lectura se compara con la temperatura del cuerpo negro. Se realizan ajustes para alinear la salida del termómetro con la referencia.
Los métodos más sencillos de calibración en campo consisten en utilizar agua con hielo a 32 °F (0 °C) o agua hirviendo a 212 °F (100 °C) como referencias de temperatura. El termómetro se apunta hacia la superficie del hielo o hacia el vapor, y las desviaciones respecto a la temperatura esperada indican la necesidad de calibración. Este método es menos preciso que el uso de un cuerpo negro, pero útil para verificaciones rápidas.
Los baños de calibración llenos de fluido controlado térmicamente o bloques de calibración sólidos calentados a temperaturas específicas proporcionan referencias estables y precisas. Estos son especialmente útiles en entornos de laboratorio o industriales donde se requiere alta precisión.
Asegúrese de que el termómetro y la referencia de calibración estén limpios y estables. Evite corrientes de aire, luz solar directa o superficies reflectantes que puedan interferir con las mediciones. Siga las instrucciones del fabricante sobre las condiciones ambientales recomendadas.
Apunte el temómetro infrarrojo hacia la fuente de calibración desde la distancia adecuada, generalmente especificada en el manual del usuario. Mantenga el dispositivo estable y registre la lectura una vez que la pantalla se estabilice.
Algunos termómetros infrarrojos profesionales tienen funciones de calibración integradas a las que se accede a través de menús o botones. Si no es el caso, los ajustes pueden requerir enviar el dispositivo al fabricante o utilizar herramientas de software proporcionadas por el proveedor.
Tras los ajustes, repita las mediciones para confirmar que el termómetro ahora muestra valores dentro del margen de error aceptable de la fuente de calibración.
La frecuencia de calibración depende de la intensidad de uso y los requisitos de la industria, pero normalmente ocurre anual o semestralmente. En aplicaciones críticas, se recomienda una calibración más frecuente.
Proteja el termómetro contra caídas, humedad y temperaturas extremas que puedan afectar el rendimiento del sensor. Guárdelo en estuches protectores cuando no esté en uso.
Considere llevar registros de fechas, métodos y resultados de calibración para auditorías de control de calidad y cumplimiento normativo.
Es posible realizar comprobaciones básicas en casa utilizando hielo y agua hirviendo, pero una calibración profesional con fuentes de cuerpo negro ofrece una mayor precisión.
Si las mediciones se vuelven inconsistentes o se desvían de temperaturas de referencia conocidas, es momento de calibrar.
La mayoría de los modelos profesionales pueden calibrarse, pero algunos dispositivos de bajo costo tienen calibraciones fijas y no se pueden ajustar.
La calibración normalmente tarda de unos minutos a una hora, dependiendo del método y del equipo utilizado.